Noche Gris

 - Vigila la mesa del balcón; esta noche lloverá.- comente mientras cambiaba el letrero de la mañana por el del bar.

El joven me miro extrañado y después, levanto su rostro al cielo, tan azul y limpio, contradiciendo mis palabras.

...

- Tengo algo que decirte – Su voz llego a mis oídos pese al murmullo del lugar – es importante que escuches con atención.

La campanilla sonó y una chica de mirada suave entró y con voz de ángel pidió un trago.

Lo noté.

-Claro, dime. – una extraña, dulce y punzante sensación embriago su cuerpo.

-Ya no te quiero.

>> Hace tiempo empecé a sentirlo pero no sabía cómo decirlo, la verdad, tampoco tenía una razón para dejarte pero no quiero mentirme más. Lo mejor es terminar.

Llevaba días observándolos.

Ese era el privilegio que obtenía por permanecer en la barra.

De modo que, cuando el pidió la cuenta y se retiró, sonreí sin reír mientras la chica frente a mi se despedía tomando sus cosas.

Por el rabillo del ojo veo a mi pupilo deslizar, de forma discreta, las ligeras cortinas que ocultan el cielo tapizado de estrellas.

Dentro, la gente ríe feliz.

Puedo ver la sombra del viento acariciando sus cabellos.

-Tenía razón, está lloviendo.