Un día mas.

En estos días eh mirado mucho al cielo.

Y me pregunto constantemente si eres feliz.

Si, en una fracción e segundo, los recuerdos te invaden como un soplo y no te dejan respirar.

Me cuestiono una y otra vez si todo habría sido distinto si me hubiese aferrado a el nosotros y no a la separación.

Se que es absurdo.

Pero poco a poco empiezo a ver todo gris.

Es como un germen que crece y me invade.

No quiero salir de la cama.

No quiero abrir los ojos y darme cuenta que todo es tan monotono como ayer.

Me niego a recordar pero sigo pensando en ti.

No lo malentiendas.

No pienso en el infante, el joven, el adolescente o el tu con alguien mas.

Solo estoy constantemente formulando un recuerdo que jamas tuvimos.

Te veo en plenitud.

Lo que eres y seras por siempre.

Lo que jamas conocí ni nadie vera.

Lo que las cuatro paredes de esa invisible caja contiene.

Lo que mis morbosos anhelos exigen.

Abro el armario para botar todo rastro (si es que aun existe) de tu presencia y descubro muy a mi pesar esa vieja lista de razones para amarte como lo hago hoy.

Y esa cruel (y romántica) carta que un día me entregaste.

La ultima carta que pudimos hacer.

Y la que jamas entregue.

No tengo arrepentimientos.

En algún momento, respirare hondo y seguiré mi camino.

Como lo eh estado haciendo hasta hoy.

Pero dejare de  buscarte en el tiempo.

También haré una vida lejos, muy lejos, esperando que aun que sea de reojo, nuestros caminos puedan vislumbrarse.

Tal vez siempre vaya a amarte, quien sabe, tal vez solo este engañándome.

Así como lo eh estado haciendo desde que te perdí.