Es curioso.
Mientras preparaba lo necesario para el día de hoy, me surgió a la memoria una vieja canción que solía escuchar mucho aquellas noches en que no podía parar de pensar en ti.
Por el contrario, voy re descubriendo una y otra vez lo extraño y suicida que son mis emociones.
Cambie el cartel de abierto y escuche las risas de los niños pasar camino al colegio.
Sonreí al recordar esa vieja conversación que tuvimos ya hace tiempo.
Cuando era mas fuerte mi deseo de impresionarte.
De que te quedaras conmigo.
De ser parte de ti.
Abró las cortinas para dejar pasar un poco los rayos de ese sol naciente y miro como la brisa canta entre las hojas.
En aquellos años, los arboles eran mas grandes que hoy.
Y el viento más salvaje.
Y el amor más fuerte.
En aquel tiempo había un brillo especial en el reflejo y los sonidos eran mas importantes.
Teníamos prioridades.
El cielo era mas claro, los sabores eran mas puros.
A pasado tanto, tanto, que lo nuevo se cae a pedazos.
Que las semillas germinaron y la flor se marchito.
Se puede ver la oscuridad tras las montañas.
Así como la sombra en esa silla donde algún día te sentaras...
...Si recuerdas el camino y me visitas.
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