kermes

Desperté con el sentimiento de haber olvidado algo importante. 

Como una promesa o un lugar.

Al mirar el reloj me sorprendió estar 3 horas antes de la alarma y aun sin dudarlo salí de la cama y me comencé a arreglar.

Fue una experiencia extraña estar frente al espejo y verme tan sorprendida.

¡Podría jurar que estaba en la secundaria!

¿Quien era esa mujer tan parecida a mi, devolviendo me la mirada? 

¿Donde estaba mi ropa, mis libros?

¿Donde estaba yo?

Eran paredes extrañas, una casa ajena, un cuerpo robado.

Una crisis existencial cruzo por mi mente de la forma en que los borregos quieren caminar al nacer; de forma pausada, pero firme.

Rompí a llorar en silencio.

Hoy me iba a encontrar con él.

le diría lo que siento desde que lo conocí.

Había reunido todo mi coraje y escrito una carta que costo 3 noches y las burlas de mi familia.

Y ahora todo esfuerzo estaba arruinado.

¿Que había pasado con mi vida?

¿Quien era yo ahora?

¿Que debía hacer?

Cubrí mi rostro con mis manos, y sentí el frió de un anillo rozar mi mejilla.

Un rostro borroso entro en mi memoria y escuche una canción de lejos.

No se cuando me quede dormida.

Estaba en mi cuarto otra vez.

Me senté a la orilla de la cama tratando de recordar que había pasado.

Abrí el cajón en busca de una aspirina y encontré aquel viejo anillo de Kermes, que me diste como promesa de que nos volveríamos a ver.

Me pregunto que paso aquel día.

Me pregunto porque nunca me declare...